EL GIRO DENTRO DE MI, por Koncha Pinos
Desde el 25 de agosto estoy girando desde México a Estados Unidos y ahora mismo en Argentina. En medio de estos giros se sitúa el encuentro con los otros. He sido la propia espectadora del Giro, la narradora y la que lo anuncia en los varios jardines, parques y países donde vamos a girar.
Las personas siempre se adelantan a los acontecimientos, son testigos de cargo de sus propias raíces, de su propia versión de los bosques. Han venido al encuentro arboles que integran sus memorias, hermosos coyotes, iguanas, jaguares, pumas, águilas, perros, gatos y ardillas.
El giro es hermoso y es sin duda algo que las personas no olvidaran, porque acudir a un lugar, sin saber nada, sin conocer a otros, y pertenecer de tal manera a la propia esencia, es como si el giro se llevase metido en la propia piel.
He aceptado el Giro, como un dominio incuestionable, indispensable de este viaje que nos acompaña como seres en transición. Viajo con el corazón lleno de esperanza, a favor de las hierbas y los árboles. En medio se sitúa un giro hacia el otro, viajes en tren, en barco, en avión, a pie, en coche, breves estancias de dos noches en cada ciudad, fugar como la vida. Sin tener ninguna capital, ningún imperio, ningún sentimiento de perdida sino de pertenencia, de gran amor, respeto y libertad por todos los que me habitan.
El giro es el escenario de mi paisaje, mientras asisto a la reconstrucción de vidas espectaculares, de sucesos sobresalientes, de hierbas que brotas, niños que nacen, de ser y de no ser, de no esperar, de no sugerir nada, ni pretender nada.
Las paginas de este diario ofrecen más intimidad que cualquier convencionalidad imaginada. La lucidez de las personas me conmueve, y es precisamente eso lo que me lleva a seguir girando. Todos y cada uno de ellos son innegablemente hermosos, y siempre aciertan en sus preguntas.
Donde se encuentra el interés del giro es en la rotundidad de la sincera y personal expresión de simbolizar la precisión de la vida. Dentro de mí esta el giro, un giro que me relata lento y constante el permanente y particular susurro de la vida. El continuo movimiento oscilatorio entre estar en mi y volverme otro. El cultivo del espacio vacío, la libertad, la presencia de los bosques, su memoria, y ese gran grito que tan bien nos sienta. el amor
Buenos Aires 30 de septiembre 2022
P.D. Gracias a Ciudad de México, Queretaro, New York Miami, Buenos Aires, Chivilcoy, Córdoba, Tucumán y Santa Fé.
Gracias a Mariana y a Erick, Cristina Montoya, Diana, Marisa López, Gloria García Alcocer, Lorena García Alcocer, Gaby Reyes, Elisa Leone, Richard J. Davidson, Luisa Andreoli, Guido, Marco Leone, José Luis Valle, Georgina Orellana, María José Capdevila, a todos los miembros de Convergente Divergente, a Georgina Aimaretti, Cristina Aimaretti, a la familia Aimaretti. A Loira Cedeño y a Catalina Miranda, por su labor silenciosa y rotunda.
A todos los que hasta ahora han permitido que girásemos en todos esos bellos parques, bosques y jardines. A todos los que giraran en el futuro que son ya parte de nuestra memoria. Gracias a los que vendrán a girar